Si algo distingue la entrega del Óscar, es el glamour y la
fineza alrededor de los invitados a la exclusiva recepción, que además tedrá un
estilo de los 50´s
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El chef Wolfgang Puck |
Con información de la agencia EFE - Los Oscar se vestirán de Hollywood clásico para la
recepción anual que sigue a la entrega de las prestigiosas estatuillas, una
fiesta exclusiva que tendrá aires de club nocturno de la década de 1950, en la
que no faltarán vinos únicos, caviar, hamburguesas y macarrones con queso
La Academia desveló a la prensa el diseño de la suntuosa
velada conocida como Governors Ball, a la que asistirán 1,500 invitados,
incluidos la "crème de la crème" de la industria del celuloide, que
lejos de la mirada indiscreta de las cámaras podrán relajarse y departir, matar
el hambre y calmar la sed.
Para la ocasión, el salón Ray Dolby (anexo al teatro donde
se conceden los galardones) cubrirá sus paredes de largos telares rojo borgoña
adornados con más de 2,000 fotografías y documentos de célebres figuras de
Hollywood, desde Kirk Douglas a Marilyn Monroe y Humphrey Bogart.
"El material que tiene este evento es incomparable,
pero lo que lo hace realmente destacar es su significado histórico",
explicó Cheryl Cecchetto, productora del festejo en el que, según dijo a Efe,
se pedirá a las actrices que graben en servilletas la marca de sus labios para
inmortalizar el momento.
Los pedazos de papel pasarán a formar parte de la colección
de la Academia, que decidió retomar la afición del maquillador Clay Campbell
("From Here to Eternity", 1953), quien a lo largo de su carrera logró
que artistas como Dorothy Lamour, Mae West, Joan Crawford y Rita Hayworth le
dedicaran la huella de sus besos.
Los asistentes se llevarán de recuerdo copias de algunas
imágenes del archivo de la Academia que estarán expuestas y que los
organizadores dejarán en sus mesas, coronadas con elaborados adornos florales.
En total se usarán más de 10, 000 flores, muchas de ellas
rosas provenientes de Colombia y Ecuador, según pudo saber Efe.
El menú, como es habitual, correrá a cargo del célebre
cocinero Wolfgang Puck, que preparó una amplia carta de aperitivos variados y
de dulces, especialmente chocolates, para tratar de abarcar el gusto de los
paladares más diversos.
Puck servirá principalmente pescado y marisco, con un área
dedicada a sushi, junto con ensaladas, patatas asadas con caviar y las
recurrentes tapas con forma de Óscar, entre otras cosas, sin hacer de menos a
otras propuestas más de andar por casa, como macarrones con queso, pizza y mini
hamburguesas.
Los ilustres comensales tendrán la ocasión de degustar dos
vinos creados por la bodega Sterling Vineyards del californiano valle de Napa
específicamente para ser servidos durante la noche de los Óscar y que no saldrán
a la venta.
Se trata del tinto "Red Carpet Reserve" (2012) que
combina uvas Cabernet Sauvignon, Merlot, Petite Sirah, Syrah y Cabernet Franc,
y del blanco "Gold Standard Reserve" (2013), que contiene Sauvignon
Blanc, Viogner y Muscat Canelli.
"Son unas mezclas únicas y en muy poca cantidad para la
velada más celebrada y glamurosa del año", comentó a Efe Alison Rodríguez,
enóloga de Luisiana, casada con un español y encargada de reproducir en un vino
el sabor de un Óscar.
"El tinto quieres que tenga mucho cuerpo pero que sea
suave. El blanco que tenga una textura sedosa", indicó Rodríguez.
La jornada de hoy sirvió también para mostrar los sobres que
contendrán los nombres de los ganadores de las estatuillas en la gala del
próximo 22 de febrero.
"Esta ocasión es especial porque es el 75 aniversario
del uso de sobres en los premios", señaló a Efe Marc Friedland,
responsable de su diseño desde hace 5 años y quien se preocupa de minimizar el
riesgo de imprevistos en un instante de tensión como es el anuncio de los
ganadores.
"La tarjeta es muy gruesa, tiene el nombre de la
categoría en el dorso y le ponemos cera en los bordes para que salga fácilmente
del sobre y nadie lo haga con torpeza porque esté muy nervioso en ese
momento", afirmó.